Las frecuentes demoras en unos registros civiles colapsados dejarán pronto de ser un obstáculo para obtener la documentación necesaria para casarse. A partir del 30 de abril, las notarías (3.000 en España, de las cuales 500 en Catalunya) quedarán habilitadas para tramitar el expediente matrimonial necesario para llegar a la boda.
La novedad llega tarde, después de varios aplazamientos, seis años después de que el matrimonio se pueda celebrar ante notario, pero supone una ventaja, en términos de tiempo y burocracia, para los ciudadanos. “Cuando el legislador confía en los notarios siempre conseguimos recortar enormemente los plazos. Tenemos una forma de trabajar más ágil de la que pueda ofrecer la Administración del Estado”, explica José Alberto Marín, decano del Colegio Notarial de Catalunya a La Vanguardia.
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